La importancia de comprobar la actuación de la estructura de respuestas ante las emergencias

 

“Emergencia es cualquier situación imprevista a la habitual que puede generar daños en bienes materiales y humanos y debe ser controlada lo antes posible. Esta situación se puede dar fácilmente en nuestro propio Centro de Trabajo y para ello, es necesario, tener un equipo humano de Respuesta ante Emergencias que esté formado y preparado para intentar controlar la situación de emergencia hasta que se personen los Servicios de Ayuda Externa.

¿Cómo pueden las empresas estar preparadas para el control de una situación de emergencia?

A través de los Planes de Emergencia o bien los Planes de Autoprotección, las empresas planifican cómo será su actuación en caso de que ocurra una situación de emergencia en sus instalaciones. De nada sirve tener una perfecta organización y secuencia de actuación ante emergencias desarrollada “en papel” si no se comprueba su efectividad y el comportamiento del personal ante dicha situación.

Por ello, es muy importante, que las empresas además de elaborar sus Planes de Emergencia o Planes de Autoprotección, los implanten. Esta fase de implantación requiere, por un lado, la formación del personal de la instalación y la realización de simulacros periódicos.

Todo el personal debe ser informado sobre cuáles son las vías de evacuación por las que tiene que abandonar las instalaciones. Para ello, las empresas identifican las posibles salidas y salidas de emergencia, marcan los recorridos de evacuación y en muchos casos elaboran planos de “Usted está aquí” a fin de facilitar la identificación de las mismas. Asimismo, el personal que forma parte de la estructura de respuesta ante emergencias tiene que estar formado tanto en las funciones que deberá desempeñar en situaciones de emergencia como entrenado en los medios de protección que podrán utilizar para el control de la situación y la forma de evacuar las instalaciones utilizando vías de evacuación principales y alternativas a seguir para alcanzar y dirigir a sus compañeros hasta el Punto de Reunión.

Los resultados de los simulacros de emergencia, ayudan a mejorar el plan de emergencia y de evacuación y a prevenir daños graves tanto físicos como materiales.

¿Es obligatorio realizar ejercicios de simulacro?

La respuesta es SÍ, independientemente de cuál sea tu actividad: administrativa, industrial, docente, hospitalaria, comercial, uso público…. La propia Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales en su Artículo 20 nos dice básicamente que el empresario deberá analizar las posibles situaciones de emergencia y adoptar las medidas necesarias designando para ello personal encargado de poner en práctica estas medidas y comprobando periódicamente, su correcto funcionamiento.

También, ya desde 1984, con la ya derogada Orden Ministerial de 29 de noviembre por el que se aprobaba el Manual de Autoprotección para el desarrollo del Plan de Emergencia contra incendios y de evacuación de locales y edificios y ahora con la nueva Norma Básica de Autoprotección (NBA) que la sustituyó, en las actividades afectadas, señala los criterios para el mantenimiento de la eficacia del Plan de Autoprotección, indicando claramente la relevancia de realizar ejercicios de simulacro y definiendo claramente su objetivo y periodicidad:

• Para evaluar los Planes de Autoprotección y asegurar la eficacia y operatividad de los planes de actuación en emergencias se realizarán simulacros de emergencia, con la periodicidad mínima que fije el propio plan, y en todo caso, al menos una vez al año evaluando sus resultados.

Los objetivos previstos para los simulacros por la Norma Básica de Autoprotección (NBA) son la verificación y comprobación de:

  • La eficacia de la organización de respuesta ante una emergencia.
  • La capacitación del personal adscrito a la organización.
  • El entrenamiento de todo el personal de la actividad en la respuesta frente a una emergencia.
  • La suficiencia e idoneidad de los medios y recursos asignados.
  • La adecuación de los procedimientos de actuación.

Contamos con poco tiempo para poder controlar una situación de emergencia, los propios Servicios de Ayuda Externa son conscientes de ello y, por tanto, ellos mismos realizan ejercicios de simulacros, puesto que deben estar entrenados para dar una efectiva respuesta en el control de las situaciones de las emergencias. Con mayor motivo, nuestras empresas deben de estar preparadas y entrenadas en este aspecto para poder realizar una mínima actuación para intentar controlar la situación hasta que vengan los profesionales.

Mediante los ejercicios de simulacro de emergencia, se manifiesta:

  • El nivel de formación del personal de la instalación, además de dar al personal que forma parte de la Estructura de Respuesta ante Emergencias la oportunidad de conocerse asimismo y valorar su capacidad de reacción ante emergencias.
  • La eficiencia de los medios disponibles.
  • La buena o mala coordinación de los equipos internos.
De esta manera, se verifica si las acciones realizadas son adecuadas, y en caso de no serlo, corregirlas. No es buena idea dejarse a la improvisación en situación de emergencia, es fundamental que se controlen y se sepa en todo momento ¿qué está pasando en el lugar de la emergencia?, ¿qué pasa con la evacuación de los ocupantes? y ¿qué pasa con los heridos? (si se produjeran) para evitar que se generen situaciones no controladas que puedan originar más y mayores problemas.

Algunas empresas, se muestran muy preocupadas porque sus simulacros salgan perfectos o se les “apruebe” en el informe elaborado con los resultados del ejercicio de simulacro y para ello, guionizan y preparan un teatrillo en el que todo el mundo, ese día, tiene muy claro cuáles son los pasos a seguir en la hipótesis de emergencia planteada, pero en el que muy poco y pocos aprenden o interiorizan cómo tienen que actuar en caso de emergencia. Está comprobado, que este tipo de actuaciones no tiene ninguna operatividad ni permite saber finalmente cómo actuará el personal en una situación real.

Los mayores y mejores aprendizajes sobre de qué tenemos que hacer y qué no, en caso de emergencia en nuestro centro de trabajo se encuentren detrás de unos “malos” resultados en el simulacro.

Cuando hablamos de “malos” resultados, es porque ponen de manifiesto y encima de la mesa los posibles fallos en los sistemas de protección contra incendios, en las decisiones erróneas cometidas por el personal de la instalación, por la obstaculización de medios y vías de evacuación, por el comportamiento del personal durante el ejercicio, etc…Obviamente, estos resultados no son los adecuados ni los esperados, pero son estos ejercicios los que nos ayudan a aprender, a corregir aquellas desviaciones que nos alejan del objetivo que buscamos alcanzar y a poner nuestros esfuerzos en mejorar.

Por eso, es muy importante, que los simulacros sean lo más reales posibles:

  • No se debe contemplar siempre el mismo tipo de emergencia, el personal tiene que estar preparado para poder dar respuesta a cualquier tipo de emergencia.
  • Se deben practicar evacuaciones parciales y totales de la instalación.
  • Dentro del personal que forma parte de la Estructura de respuesta ante Emergencias deben participar titulares y suplente, especialmente en la Dirección de la Emergencia, de tal manera, que los posibles suplentes de los Jefes de Emergencia e Intervención experimenten ellos mismos la sensación de coordinar, dirigir e intentar controlar una situación de emergencia.
  • Simulación de: posibles llamadas a realizar durante una emergencia 112, empresas colindantes, recepción de los Servicios de Ayuda Externa.
  • Simulación de heridos.
  • Simulación de personal que no se ha percatado o no puede evacuar las instalaciones para verificar que el personal que revisa las instalaciones, acuda a revisar aquellas olvidadas zonas de ocupación nula: aseos, vestuarios, archivos, etc…
  • Bloqueo de elementos de evacuación, para comprobar la capacidad del personal de utilizar posibles vías de evacuación alternativas.

 

Otro detalle que no se nos debe escapar por alto, y que en ocasiones las organizaciones consideran que no es adecuada su difusión entre sus empleados, es el hecho de dar a conocer los resultados y conclusiones obtenidas tras la realización de un ejercicio de simulacro. No tiene sentido ninguno, que tanto el personal de la Estructura de Respuesta ante Emergencias y el propio personal de la instalación no conozca qué acciones pueden ser mejoradas para garantizar su seguridad.

Los simulacros de emergencia en nuestros centros de trabajo son una herramienta muy útil para la adquirir buenos hábitos en situaciones de emergencia que podrán servirnos también en nuestro día a día.”

Fuente: www.tuv-sud.es

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